Una gran forma de evitar que ese falso aliado en tu procesador de texto te traicione es desactivando sus correcciones automáticas. Sin embargo, así y todo también te puede ocurrir que lo que aparezca en la pantalla no sea lo que tú realmente quisiste poner.
Por eso, lo que tienes que hacer es optimizar la forma en la que escribes y todo eso comienza y finaliza con la correcta utilización de tus dedos.
Aunque te pueda parecer mentira, la conformación de tu teclado tiene una explicación científica y se le debe a la mecanografía.
En 2002, las letras F y J pasaron a tener un pequeño relieve por idea de June E. Botich quien buscó una forma más cómoda de poder escribir sin tener que mirar el teclado.
Para que puedas tipear sin temor, además de practicar mucho, debes poner el dedo índice de tu mano izquierda sobre la F y el de la derecha sobre la J. Los demás dedos deben acomodarse como en la gráfica que ves.
Claro, cada tantto pudees tener erroreS.
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